Cuando se emprende un proyecto para una vivienda unifamiliar de obra nueva o una rehabilitación, es muy frecuente dudar al escoger entre todos los sistemas de existentes en el mercado. En este artículo hacemos un resumen de los sistemas más comunes de calefacción para una vivienda unifamiliar. Te contamos nuestra experiencia, ventajas e inconvenientes de cada uno.

¿Cuál es la mejor calefacción para casa unifamiliar?

Antes de valorar las opciones disponibles es necesario tener claras algunas cuestiones características, como son:

  • ¿Superficie a climatizar de la vivienda?

Esto influirá en la demanda energética y la potencia necesaria para cubrirla.

  • ¿Será primera vivienda o de uso vacacional?

Si es primera vivienda, se podrían emplear sistemas de alta inercia térmica, como puede ser el suelo radiante. En cambio, en vivienda de uso vacacional, querremos un sistema más rápido.

  • ¿Se trata de una vivienda eficiente energéticamente?

Es importante, antes de plantearnos cómo calefactar la vivienda, intentar reducir las pérdidas energéticas. Habrá que analizar el cerramiento de fachada, los huecos, la cubierta, etc.

  • ¿Qué fuentes de energía hay disponibles en la zona?

Según el suministro disponible en la zona, habrá varias fuentes de energía que tendremos que descartar. Por ejemplo, en zonas rurales no hay acceso a gas natural, y depende de la ubicación se haría costoso el suministro de biomasa.

  • ¿Según la zona climática, cuáles son las necesidades de calefacción y refrigeración?

Si nuestra vivienda está ubicada en una zona donde es necesario climatizar en verano, deberíamos incluir en la ecuación el coste de esta instalación. Los sistemas mediante bomba de calor pueden dar servicio de calefacción y refrigeración.

  • ¿De cuanto espacio dispone para cuarto de calderas?

El espacio dedicado a cuarto de calderas, la ubicación, condiciones de acceso y ventilación, pueden ser factores muy determinantes a la hora de decantarse por un sistema de calefacción.

Tipos de energía

La energía necesaria para calefactar nuestra vivienda puede provenir de las siguientes fuentes:

  • Gasóleo
  • Gas natural
  • Biomasa
  • Electricidad

Tipos de calderas para calefacción

Gas y gasóleo

Las calderas de gasóleo y gas natural funcionan a base de quemar un combustible fósil para producir calor. Hoy en día estas calderas han aumentado su eficiencia a base de reutilizar el calor de los humos que expulsan. Se denominan calderas de condensación y llegan a rendimientos próximos al 100%.

Biomasa

La biomasa también funciona a base de quemar un combustible, con la diferencia de que éste es de origen vegetal. Se considera que es una energía sin emisiones de CO2 : el producido durante su combustión es el equivalente al que absorbe durante su vida útil el bosque de donde procede.

Con respecto al gasóleo y gas natural, el precio de la biomasa hoy en día es mucho más económico. Además de que su procedencia es de origen más cercano y su producción ilimitada, ayudando a la limpieza y mantenimiento de nuestros bosques.
Como contra, el espacio que necesita un silo de pellets es mayor que un depósito de gasóleo. Siendo la capacidad de un silo textil de dimensiones 1’70 x 1’70 en planta, entre 2 y 2’5 toneladas.

Radiadores eléctricos

En cuanto a la energía eléctrica tenemos el sistema de radiadores eléctricos habituales, que tienen de ventaja ser de fácil y económica instalación; pero con la desventaja de los altos consumos necesarios para obtener una temperatura de confort.
Los radiadores eléctricos pueden mejorarse si incorporamos un sistema de acumulación de calor. De esta manera, se calienta una pieza cerámica maciza durante la zona de discriminación horaria de nuestra tarifa eléctrica. Ésta irá cediendo el calor a las estancias a lo largo del día.

Bombas de calor

Y en último lugar tenemos las bombas de calor que pueden ser de aerotermia (aprovecha la energía contenida en el aire que nos rodea) o la geotermia (aprovecha la energía presente en la tierra).
El rendimiento de las bombas térmicas se mide con un coeficiente llamado COP, que es el resultado de dividir la potencia suministrada entre la ofrecida. Si empleamos aerotermia con suelo radiante el COP suele situarse entre 3,8 y 4,5 aproximadamente. Se consiguen rendimientos muy altos.
Esta variable depende tanto de la temperatura exterior, como de la temperatura de impulsión interior. Por eso es más recomendable emplear sistemas de baja temperatura como la calefacción por suelo radiante con las bombas de calor.

Hemos intentado resumir de manera breve las principales características de cada sistema de calefacción, pero aún así es muy importante asesorarse con técnicos especialistas.

En nuestro estudio de arquitectura en madrid realizamos nuestros proyectos integrando eficiencia energética, rendimiento de las instalaciones y diseño.

Es necesario plantear el sistema de calefacción desde el inicio del proyecto para poder prever el espacio necesario y las soluciones constructivas. Estaremos encantados de asesorarte aquí.

CONTÁCTANOS, ESTAMOS A TU DISPOSICIÓN