En este artículo repasaremos los conceptos principales que hacen que podamos vivir en una casa sana y saludable. Cómo pueden afectar los diferentes materiales y cuestiones de la construcción de nuestra vivienda a nuestra salud.

 

Importancia de la vivienda y la salud

Cada vez existe una mayor conciencia sobre la influencia de los entornos construidos sobre la salud de las personas. En 2018 la OMS publica unas directrices para la mejora de las condiciones de habitabilidad, como recurso para prevenir enfermedades, mejorar la calidad de vida, reducir la pobreza y ayudar a mitigar el cambio climático.

La calidad y el entorno de las viviendas se encuentra entre los principales motivos de desigualdad social que se traduce en inequidades sanitarias que afectan a la calidad de vida y bienestar.

También reflexiona sobre ello la cumbre del Habitat de Naciones Unidas a través de sus documentos de Nueva Agenda Urbana. En ella se establecen normas y principios para la planificación, construcción, desarrollo, gestión y mejora de las zonas urbanas.

Directrices de la OMS para una casa sana

  • Reducir el hacinamiento en los hogares
  • Proteger a los habitantes del frío a través del aislamiento térmico
  • Proteger del exceso de calor en espacios interiores
  • Reducir el riesgo de sufrir traumatismos en el hogar
  • Promover la accesibilidad debido al mayor envejecimiento de la población

Fuente: Organización Mundial de la Salud

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Criterios de Alem arquitectura para una casa sana

En Alem arquitectura hemos elaborado una serie de criterios sobre los que trabajamos para construir viviendas saludables. Se trata de recomendaciones que podremos aplicar en mayor o menor medida según el tipo de proyecto, si se trata de una obra nueva, reforma o rehabilitación.

  • Temperatura interior y humedad adecuadas.

Para conseguir una temperatura y humedad interior adecuadas podremos trabajar con criterios como la orientación de la vivienda, favoreciendo la arquitectura bioclimática.

Además de la orientación, debemos aislar bien nuestra vivienda en todo los cerramientos en contacto con el exterior, para poder mantener una temperatura constante agradable tanto en invierno como en verano.

También debemos construir de manera que protejamos el ambiente interior de la humedad, impermeabilizando correctamente espacios de sótano, muros por debajo del terreno o solados en contacto con el terreno.

  • Ventilación, control de CO2 y partículas.

Para garantizar la calidad del aire interior, debemos ventilar de manera adecuada nuestra vivienda. Para ello recomendamos la instalación de un sistema de ventilación mecánica controlada con recuperación de calor. De ese modo siempre tendremos el ambiente renovado, con índices de Co2 saludables sin perder la climatización de nuestra vivienda.

Este tipo de equipos permiten una recuperación de calor de un 80%, de modo que haremos que nuestras instalaciones térmicas funcionen de manera más eficiente.

Por otro lado, este tipo de sistemas permiten realizar un filtrado del aire interior, eliminando la entrada de partículas contaminantes, polvo y polen en nuestra vivienda. El mejor método para mantener un ambiente saludable.

  • Materiales saludables.

Durante la construcción o reforma de nuestra vivienda, debemos hacer hincapié en el empleo de materiales saludables y libres de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVS).

Debemos huir de pinturas, barnices o componentes que contengan concentraciones de estos compuestos que resultan peligrosos para la salud.

Los materiales que empleemos nos ayudarán a regular la calidad del aire interior, desde el control de temperatura, humedad y ambiente saludable.

  • Protección del radón.

El radón es un elemento químico radiactivo y gaseoso que procede del tipo de suelo. Muy común en rocas graníticas de pueblos de montaña y en Galicia. Se considera que es la primera causa de cáncer de pulmón en no fumadores.

Por ello, se ha actualizado la normativa de construcción de viviendas de obra nueva con la publicación de una clasificación de riesgo por contaminación de radón según el municipio. De esa manera sabremos qué tipo de soluciones implementar según la probabilidad de concentración de radón. Las medidas más habituales son realizar forjados sanitarios ventilados y láminas anti-radón.

  • Contaminación acústica y lumínica.

Debemos conseguir interiores aislados del ruido exterior para evitar perturbaciones del descanso, especialmente en los centros de las ciudades. Para conseguirlo, debemos emplear materiales aislantes acústicos y ventanas adecuadas. Los parámetros a tener en cuenta es la composición del vidrio y la estanqueidad del marco.

En cuanto a la iluminación, en proyectos de viviendas tenemos en cuenta el ciclo circadiano para el diseño de iluminación regulable y adaptable a las diferentes horas del día.

Si quieres conseguir un proyecto de obra nueva o reforma de una casa sana,

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